sábado, 19 de abril de 2014

Diario I Ruta pueblos de Córdoba


                DIA 9 DE ABRIL DE 2005



Son las nueve y cinco y emprendemos ruta hacia Antequera para después enlazar con Rute. Han bajado las temperaturas y llevamos abrigo para la noche: además amaneció hoy el día ventoso, pero disponemos de un cielo despejado a estas horas.

Llegamos a Rute a las 11 de la mañana y después de dar algunas vueltas aparcamos en la Plaza donde se ubicaba el Museo del Anís: una gran colección de botellas y licores de todo tipo haciendo un gran recorrido a través de la historia.
Tomamos un poco de anís Aruza de degustación y compre un licor de mora sin alcohol para el chico y un pack de botellas chicas de diferentes bebidas.

Allí vimos una foto grande de la Reina acariciando un burrito y preguntamos al guía, que nos indico que a un kilómetro aproximadamente se encontraba una reserva de estos animales: allí se apreciaban unos diez o doce burritos y se encontraba uno apartado, que seguramente seria el semental.

Desde luego que esta muy bien que recuperen una especie de animal como es el burro que se encontraba en estado de extinción. Al otro lado del camino se oteaba en todo el horizonte la gran sierra de Rute y el pantano que se divisaba de frente, que  no podía tratarse que del de Iznájar. Volvimos al pueblo y con una tapa de caña de lomo que nos obsequiaron en el museo del jamón, y una copa de vino dulce, retomamos rumbo a la Garganta de la Hoz, dirección a Iznájar.

Una vez en este paraje natural de gran belleza por supuesto, dejamos el coche al principio del sendero junto a un transformador y andando unos 300 metros nos detuvimos al lado de un riachuelo para instalar nuestro picnic.
Aprovecho este momento de paz y tranquilidad para reflejar estas líneas cuando oigo ese relajante ruido del discurrir del agua.

Después de la comida, seguimos sendero adelante hasta la misma hoz donde vimos el paisaje desolador de un río seco, sin quitarle importancia a la belleza del entorno. Se podían divisar algunos cuervos en lo algo de esas escarpadas rocas que atesoraba la montaña.

Cuando son las 14:50 horas ponemos ahora rumbo por la A-333 dirección a Priego de Córdoba, sin dejar de contemplar en el camino las aguas verdes-cristalinas que nos acompañaban a principio de camino del pantano de Iznájar.
De Rute, decir que aparte de recibir al viajero con el aroma de sus anises y sus dulces, fue la ciudad en que vivió Rafael Alberti en el 1926. Sus iglesias son la de Santa Catalina y S. Francisco localizada en el barrio alto.

Después de una pasada por el firme en mal estado de la carretera A-333 nos encajamos en Priego a las 15:29h. La estratégica situación de la población la constituía en puerta del Reino de Granada. Adquiere su gran esplendor en el siglo XVIII, época de que datan sus principales construcciones barrocas.

Llegando a la población, tuvimos que dejar el coche en las afueras del centro, por estar este en obras.

Cuando son las 16:05 horas estamos tomando una coca-cola en la bella plaza del castillo, con una céntrica fuente presidida por un Cristo arriba, un ángel echando agua y las imágenes de un niño con su madre enfrente.

Llegando al bar, abrían el castillo y le pregunte a la chica que hacia apretura al portalon de este, me dijo que se podía adquirir la entrada duplex del castillo y las Carnicerías Reales. Ah! El camarero del bar de la plaza nos localizo una habitación en una casa rural cerca y bastante económica.

Al entrar en el castillo podemos decir que era o es una fortificación urbana que ha ido configurándose del siglo IX al XV. En sus orígenes fue una alcazaba de la ciudad islámica Maditat Baguh (Priego), lugar donde residía el gobernador de la misma.

La Torre del Homenaje consta de 3 plantas: la inferior se uso como aljibe, el resto de las plantas fueron almacén, dormitorios, zona residencial…

En la zona norte se conservan parte de las murallas más antiguas.

De allí visitamos las Carnicerías Reales, edificio antiguo matadero y mercado de carne, que fue construido entre 1576 y 1579. Su arquitectura es de gusto renacentista.

Cuando terminamos la visita fuimos a traer el coche a la Plaza y al preguntar al camarero por las habitaciones, llamo este al compañero, y con la consiguiente sorpresa de que se nos adelantaron unos ingleses. Resulta que antes no les habíamos dado seguridad. Este señor nos recomendó un hostal muy cerca de la plaza y nos aseguro que era incluso mejor que la casa que nos menciono antes.

Efectivamente, al hacer la reserva (hostal Rafi) nos dio una gran alegría: por solo 40 euros nos dieron una buena habitación triple y con una ducha enorme. El patio interior y la cafetería tenían buena pinta.

Después de hacer la reserva, nos dirigimos a la Fuente del Rey, desde la que estoy ahora reflejando estas líneas: es enorme. La verdad es que tiene gran cantidad de caños: 139 para ser más exacto. Al lado esta la Fuente de la Salud, con la imagen de una virgen. Se esta muy bien aquí, oyendo el chorro de tantos caños y el sonido de la guitarra de un chico que se ha puesto a tocar cerca, a pesar del aire fresco. Son las 19:45 horas. Ah! No me he puesto a contar el número de chorros por curiosidad. Nos hemos detenido a esperar a que abran la Iglesia del Carmen que abría sobre las 8 de la tarde, que es la hora del culto. A ver si hay suerte.
Al final entramos a las 8 menos diez en el templo que estaba ya repleto de gente y permanecimos poco tiempo allí, ya que no pudimos visitar las capillas laterales: había poco espacio entre la pared y el banquillo. Salimos del templo con el repique de campanas anunciando el comienzo de la eucaristía. Regresamos al hotel para arreglarnos y ducharnos.

Comimos por la noche en el mismo restaurante donde preguntamos los alojamientos, al lado del castillo.

Pedimos de primeros platos una ensalada con jamón y tomate y un salmorejo cordobés para seguir con unos chipirones y un cabrito en salsa con patatas. El niño pidió unas cintas de lomo. Al salir dimos una pequeña vuelta para bajar la comida aunque la verdad no se apetecía mucho por el frío.

Nos recogimos sobre las 11 para reponer fuerzas para la jornada de mañana.

              DIA 10 DE ABRIL DE 2005


Nos levantamos sobre las 9 de la mañana, no sin antes pasarme por una tienda de souvenir cerca del hostal para adquirir algún recuerdo de Priego.

Nuestra próxima visita es Luque: salimos de la villa en dirección Cabra, y nos desviamos por una comarcal CP-14 en dirección Zagrilla y pasamos por una carretera mucho mejor que la que trajimos ayer, pero mas estrecha y un tanto peligrosa, pero nos deleitamos con el paisaje de la Subbetica cordobesa que nos acompañaba por el camino.

Llegamos a Luque sobre las 12 de la mañana y visitamos en primer lugar la Iglesia de la Asunción de estilo renacentista, con mezcla de gótico. El retablo es barroco. Aprovechamos el rato antes del culto y pudimos apreciar este hermoso templo. Al salir de el, la figura de su castillo al fondo, presidiendo toda la comarca, fue una antigua alcazaba.
De allí partimos a Zuheros, por otra carretera un poco mas ancha y llegamos a las doce y media más o menos. Subimos por una cuesta llegando al pueblo que nos conducía a la Cueva de los Murciélagos, no sin antes pararnos en un mirador para contemplar el “Cerro del Balbon” y degustarnos con ese hermoso paisaje que teníamos por delante. Vimos en la ladera un rebaño de ovejas a lo lejos.

Al llegar a la cueva tuvimos que esperar hasta la una de la tarde, ya que tenia cita el guía cita concertada con un grupo que entro antes.

La cueva, que tenía una gran profundidad, destaca por sus hallazgos y pinturas del Neolítico. Allí dentro, en alguna pared que otra, había pintadas de algún que otro gamberro que se adelanto en ella. La cueva es una autentica maravilla de la naturaleza.

Tuvimos que bajar por lo menos unos 300 escalones y contemplamos hasta dos murciélagos alevines colgados del techo en estado seguramente de hibernación. Termino la visita a las dos y veinte y bajamos al pueblo para saciar nuestro apetito.

Un abuelo que se encontraba allí nos recomendó el bar “la terraza” desde donde ahora estamos contemplando una hermosa vista tomándonos un café esperando la apertura del castillo a las cinco de la tarde.

Hablando un poco de Zuheros, tiene un pintoresco urbanismo y un especial encanto. El municipio forma parte de una zona de producción de aceite de oliva virgen extra.

Ahora, desde la terraza, además de la figura del castillo roquero, estamos presenciando el campanario de la Iglesia Virgen de los Remedios, que fue  una antigua mezquita. En su interior se encuentra una talla de una virgen del siglo XIII. Después del castillo, visitamos el museo arqueológico con el mismo ticket.


El castillo, construido sobre una roca, fue edificado por los árabes en el siglo IX. Le llaman SUJAYRA y del mismo proviene el nombre del pueblo. Fue reconquistado por Fernando III y remodelado al estilo renacentista en el XV.

       Regresamos a Sevilla sobre las 6 de la tarde cogiendo la carretera dirección Puente Genil, en prevención del posible trafico. En realidad, ya habíamos degustado bastantes cosas buenas e interesantes en esta ruta: paisajes, monumentos, buena gastronomía,….

                        
                                                                                           MIGUEL ANGEL

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